Description
Very rare first edition of the first Castilian dictionary.
A beautiful copy kept in its contemporary vellum.
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Covarrubias y Orozco. Tesoro de la lengua castellana, o espanola.
Madrid, Luis Sanchez, 1611.
Folio of (10) ll., 602 ll., 79 ll., (1) l.
Contemporary vellum, red morocco lettering piece on the spine.
295 x 211 mm.
First edition of the first Castilian dictionary.
Palau, II, 323.
Covarrubias’s Spanish dictionary, first published in 1611, was considered to be the most important lexicographical work of its time, and remained the most authoritative until the publication of Diccionario de la Lengua Espanola by the Real Academia Espanola (1726-39).
In his preface Covarrubias stated that his main purpose was to investigate etymology, but his was also the first Spanish dictionary to include references and idioms as well as definitions.
Despite its questionable etymologies, it is still a valuable reference work for the study of Spanish Golden Age literature. Entries range from straightforward definitions to long detailed commentaries; that for Spain, for example, expounding on its geography, climate, agriculture and military strength as well as its population (“…they desire to be decently apparelled, & esteeme Armes & Horses above all things… copious in their Language, much given to Women, for the most part unlearned… disdaining labour, & a Countrie life…”).
Biblical references and allusions to classical and Spanish authors illuminate his commentary throughout.
El Tesoro de la lengua castellana o española (Madrid, Luis Sánchez, 1611) es el primer diccionario monolingüe del español, y se lo considera, pese a sus deficiencias, como una de las obras precursoras de la lexicografía europea.
Covarrubias declara en su prólogo «Al lector» que el motivo que le llevó a redactarlo fue dotar a la lengua castellana de un diccionario similar a los que ya existían para otras lenguas europeas. Más allá de su inicial propósito lexicográfico y etimológico, el autor fue llenando las entradas de su diccionario con reflexiones propias de una clara intención didáctica y moral, que, junto a la inmensa cantidad de materiales que lo pueblan hacen de él una de las mejores fuentes para el conocimiento de los saberes, el espíritu y la mentalidad de los hombres de su tiempo.
Desde el diccionario de autoridades hasta el más reciente Diccionario de la Real Academia Española, el Tesoro está en la base de prácticamente todos los diccionarios del castellano.
Sebastián de Covarrubias y Orozco nació en Toledo el 7 de enero de 1539.
Estudió Teología, Leyes y Cánones en Salamanca. Llegó a ser capellán de Felipe II, fue consultor del Santo Oficio, comisionado por el papa, a petición del rey, para la formación religiosa de los moriscos conversos de Valencia, y, finalmente, canónigo de la catedral de Cuenca. En esta ciudad residirá, uniendo a sus funciones curiales la minuciosa revisión de sus obras, hasta el día de su fallecimiento en 1613.